domingo, 28 de octubre de 2012

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Reseña Histórica

El 30 de enero de 1911 circuló la primera edición de EL TIEMPO. Eran cuatro hojas y 300 ejemplares. Cien años después, la Casa Editorial EL TIEMPO es uno de los conglomerados de comunicación más importantes del país y de latinoamérica. Además de su edición diaria, los lectores se pueden informar a través de ELTIEMPO.COM, el portal de noticias más visitado de Colombia; los canales de televisión CityTv y ET, y productos especializados como Portafolio, Aló, Motor, ABC del Bebé, Carrusel, elenco y Futbolred, entre otros.

Breve reseña del centenario de
 El Tiempo Casa Editorial
EL TIEMPO, UN PERIÓDICO DIGITAL
EL TIEMPO, una empresa modelo en el uso de las más avanzadas tecnologías, lanzará pronto el primer periódico electrónico de Colombia: EL TIEMPO Digital.

Para tener acceso a EL TIEMPO Digital solo se necesita un PC equipado con un módem (un dispositivo que cuesta entre 50.000 y 100.000 pesos) y una línea telefónica común y corriente.

Además de recibir el periódico por debajo de la puerta, las personas que se suscriban al nuevo servicio obtendrán la información del primer diario del país directamente en su computador.

El formato digital tiene varias ventajas. Por ejemplo, permite ubicar un texto específico en segundos gracias a las utilidades de búsqueda. Además, los lectores de EL TIEMPO Digital recibirán 110 por ciento de la información del periódico en papel.

La razón es que EL TIEMPO tiene varias ediciones, no solo una: EL TIEMPO que se lee en Bucaramanga es diferente al que se lee en Bogotá porque se cierran a horas diferentes y porque incluyen información local que no va en otras ediciones; lo mismo sucede con otras ciudades. EL TIEMPO Digital, en cambio, integrará la información de todas las ediciones.

Por otro lado, tener una versión electrónica del periódico de cada día es apenas uno de los servicios con los que contarán los suscriptores de EL TIEMPO Digital. Adicionalmente, podrán consultar el archivo electrónico de EL TIEMPO y tendrán acceso a una versión digital de los avisos clasificados.

También dispondrán de correo electrónico; los suscriptores podrán enviar mensajes al computador de cualquier otro usuario del servicio o a los periodistas de EL TIEMPO; y eso es simple en comparación con otras posibilidades de comunicación electrónica que brindará EL TIEMPO Digital.

Por ejemplo, se podrán realizar teleconferencias en las que participen varias personas de manera simultánea, cada una sentada frente al computador de su casa u oficina. Lo que alguien escriba en su PC se verá inmediatamente en los PC de todos los demás asistentes a la teleconferencia.

Esa capacidad le dará un alto grado de interactividad al periódico; fácilmente podría realizarse un foro sobre un tema candente en el que participen varios lectores y algún invitado especial, y que sea conducido por uno de los editores del periódico.

También podrían crearse grupos de interés que agrupen a suscriptores con intereses comunes para que compartan ideas e información.

En su primera etapa, la información noticiosa de EL TIEMPO Digital presentará únicamente textos. En una segunda fase se incluirán fotos, textos y gráficos.

Qué se necesita ? La conexión a EL TIEMPO Digital se realizará a través de la línea telefónica común.

Y el PC que se use debe tener las siguientes características: - Procesador 286 como mínimo. Lo recomendable es un procesador 386 ó, mejor aún, 486.

- Más de 2 megabytes (MB) de memoria RAM.

- Mínimo 3 MB libres en el disco duro.

- Un fax-módem. Lo ideal es un fax-módem con una velocidad de transferencia de datos de 14.400 bits por segundo (bps). Pero uno de 9.600 bps también trabaja bien.

- Con la suscripción, los usuarios recibirán un programa de computador que sirve para conectarse a EL TIEMPO Digital. Lo recomendable es trabajar bajo ambiente Windows, pero ese programa también funciona en computadores que solo tienen DOS (sin Windows).

sábado, 27 de octubre de 2012

Narrativa digital en la www.eltiempo.com

viernes, 26 de octubre de 2012

Impactos



Un moderno diario de 100 años


Al lado de la estrategia de esta Casa Editorial de recoger los nuevos lectores a través de nuevos periódicos -ADN, MÍO, etc.-, la idea fue y es seducirlos con periodismo y presentación de calidad y consentir a nuestros clientes clásicos con un vigoroso, variado y moderno diario de 100 años de edad.

Pero el hecho de que por estos lados estén aumentando los que leen el papel no significa que no estén haciéndolo los usuarios de nuevas plataformas informáticas y tecnológicas, las mismas que han revolucionado al mundo y muy especialmente a los medios de comunicación durante los últimos tiempos.

Para nosotros, como para todo el mundo, era claro que las audiencias estaban teniendo un comportamiento distinto del tradicional. De la mano de los desarrollos tecnológicos, los usuarios de los medios de comunicación se independizaron, y de los dóciles y pasivos lectores, oyentes y televidentes del pasado, saltamos a unos activos, hasta cierto punto caprichosos, que decidieron que de ahora en adelante recibirían la información a través del mecanismo que quisieran (periódico, radio o televisión, computador fijo o portátil, teléfono móvil, iPad o cualquier otra tableta...), a la hora que les diera la gana (por la mañana con el diario, la radio o el noticiero de TV, al mediodía o por la noche) y en el lugar de sus preferencias (casa, oficina, salón de clase, gimnasio, en la calle...).

Y para atender a cada una de esas audiencias había que hablarles en tono distinto, de manera diferente y mediante un medio específico. Por lo tanto, EL TIEMPO, como generador de información, debía evolucionar y sofisticar la manera de hacer su trabajo para adecuarse a los nuevos tiempos. Fue así como esta casa editorial decidió convertir las redacciones clásicas de sus medios impresos y digitales en una moderna y compleja redacción de convergencia multimedia, que hoy, cinco años después, es considerada una de las más importantes del mundo.

Tras un paciente trabajo de superación de los miedos atávicos de los viejos periodistas y de las resistencias de los jóvenes comunicadores de la era digital para entenderse con los dinosaurios de los periódicos impresos, EL TIEMPO y sus medios se transformaron de manera dramática. Hoy, un ejército de 300 periodistas de las mejores calificaciones, de todas las edades y de los más diversos orígenes profesionales escriben, digitan, editan, comentan, diseñan y transmiten información a más de 17 millones de personas que en Colombia y el mundo se informan en nuestros medios.

Once millones de usuarios únicos mensuales acuden a nuestras páginas de Internet, más de cuatro millones de lectores leen nuestros periódicos y revistas, más de dos millones de personas acuden diariamente a nuestros canales de TV y redes sociales y reciben las noticias, opiniones, análisis y fotografías. La estructura que resultó de esa transformación hizo que la WAN-IFRA, la organización de periódicos más importante del mundo, invitara esta semana a EL TIEMPO a que mostrara esta experiencia, en Viena (Austria), como un ejemplo, ante 1.500 directores y editores de los periódicos más importantes del planeta.

¿Cuánto tiempo más tardarán los diarios impresos en ceder su espacio y su preponderancia en Colombia y en las demás sociedades emergentes? Nadie lo sabe. El aumento progresivo de la penetración de Internet y las demás plataformas digitales, con su eficiencia, bajo costo y capacidad de cubrimiento, nos anuncia un futuro en el que inexorablemente la gente se informará a través de estos sistemas. Los periódicos serán tal vez instrumentos analíticos y de opinión más allá de los registros noticiosos, en medio de un bombardeo gigantesco de información digital. Pero por estos lados ese día está aún lejano.

Lo importante, independientemente de cuándo y cómo sucedan las cosas, es que, en este presente que vivimos y en el futuro que vivirán nuestros medios y sus usuarios, en papel o a través de medios digitales, los principios éticos, de credibilidad y de eficiencia en la generación de información sean los mismos que han inspirado a esta casa durante el último siglo. Y que cada vez que a alguien le hagan la pregunta de dónde obtuvo determinada información, esa persona responda: "En EL TIEMPO".

ROBERTO POMBO
Director General de EL TIEMPO

tomado de: http://www.eltiempo.com/economia/negocios/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10573745.html